No hay discusión: Los perros son adorables. Pero cuando consideras adoptar uno, la raza es un factor que debes tomar en cuenta. No se trata de discriminar ni de subestimar una u otra raza, sino de considerar las características y necesidades tanto del animal como de tu contexto.
Tener una mascota no debe ser una decisión tomada a la ligera, pues al adoptar te comprometes a que el animal pase el resto de su vida contigo y tu familia, con las atenciones médicas, cuidados en sus diferentes etapas de crecimiento y necesidades de alimentación que esto implica, así que antes de hacerlo, es importante que te preguntes qué y cómo harás para ofrecerle una vida digna que retribuya la alegría que el can traerá a tu hogar.
Las mascotas, en especial los perros, pueden ser de gran ayuda física y emocional para los humanos, son animales que brindan apoyo emocional a las personas y por ello tienen cada vez un rol más importante en la sociedad.
Tal vez, su labor más popular y apreciada es la del perro guía, por estar adiestrados específicamente para ser de apoyo a personas con debilidad visual, ciegas o con una discapacidad visual grave. Ellos están entrenados para reconocer y evitar obstáculos estáticos y en movimiento a nivel del suelo o a la altura de su dueño, a quien le avisan la proximidad de bordes, escalones o desniveles en el camino.
De hecho, numerosas investigaciones científicas han certificado que el apoyo y la protección entre animales y personas es recíproco. No solo se trata de la protección que dan los perros al hogar en el que viven y a sus dueños, también se han convertido en compañías muy importantes con el rol de animales de soporte emocional, ayudando a sus amos a sobrellevar o controlar problemas de salud mental y emocional como la depresión, ansiedad, trastornos de pánico, estrés postraumático, problemas de socialización o simplemente baja autoestima.
Los también llamados perros de terapia son entrenados para brindar afecto, comodidad y apoyo a las personas internadas en hospitales, centros de apoyo para mayores, consultorios psicológicos o en áreas de desastre. Incluso, algunos países han reconocido en sus leyes el apoyo que brindan los perros. Estados Unidos, por ejemplo, cuenta con la certificación Emotional Support Animal, que sirve para validar las capacidades de apoyo del can y que este pueda acompañar a su dueño en viajes o lugares públicos.
En condiciones de salud diferentes, los perros pueden ejercer su capacidad de cuidadores de personas con enfermedades como la diabetes. Estos canes son denominados como perros de alerta médica y están específicamente seleccionados, educados y adiestrados para, a través de su olfato, detectar una elevación o reducción del azúcar producida por la diabetes con la que viven sus dueños.
También pueden percatarse de un ataque epiléptico antes de que suceda y avisar con antelación para que el paciente pueda recibir la ayuda que necesita, a tiempo.
La relación entre perros y seres humanos es milenaria. Diferentes estudios demuestran que los canes tienen una afinidad natural por las personas, pues una simple caricia o escuchar la voz de su dueño puede mejorar drásticamente el estado de ánimo del animal. Este puede ser el inicio del gran amor que sienten los perros por los humanos y de ahí las tantas formas en que nos muestran su lealtad.
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